lunes, 19 de enero de 2009

Invisible esperar



Me instalo en la incomodidad de la calle
fingiendo la reconfortante sensación de un sillón,
el árbol es mi respaldo, los autos el televisor.
El sol es el peso de mi vergüenza,
el smoke la influencia.
Y me instalo a ver esa TV sin control,
Despavoridos, sin razón
detienen su reloj y aceleran su corazón.
Juegan contra el tiempo,
como en el lodo los niños.
Sentado en el suelo yo espero,
irritante impacientar,
el motivo de mi espera,
la luz de mi oscuridad,
el oxigeno en el mar,
aparece como si nada debiera pasar.
Mi tiempo descendió, y el suspiro tranquilizador
perduran sólo hasta la primera reacción.
Y como el viento en los cerros
de ladera en ladera transitó
como si cada una no existiera
y pacientemente se marchó.
La oscuridad reaparece,
consigo trae el frío y el temor.
Cuestionas la existencia,
¿la TV me habrá disuelto
o morí en el intento?
no sé que ocurrió, la cordura se estranguló
y mis pies se vuelven al descontrol
buscando algo en que llegar
mas parece que nadie lo logra notar
y se desgastan hasta no poder más.
Los ojos dudosos se ponen a mirar
y el cerebro filosófico empieza racionalizar.
Que estúpido en verdad,
¿para que hago algo si hacer nada es igual?
¿para que sentar cabeza si se vuela igual?
todo-nada es estúpido en verdad,
el intentar algo y el no intentar
el decidir no ser, siendo lo que se es
el dejarse morir para no estar,
¿cual es la diferencia?
No se requiere descansar en paz
para volverse invisible a los demás.
La única diferencia entre estar y no estar
es el dolor que te ahorras no pensando.
Quisiera no estar, pero la ultima palabra decide por ti,
lo único que queda al final
es esperar o morir esperando.

1 comentario:

Pam de Pointe du Lac dijo...

PARA LEER EN FORMA INTERROGATIVA

Has visto
verdaderamente has visto
la nieve los astros los pasos afelpados de la brisa
Has tocado
de verdad has tocado
el plato el pan la cara de esa mujer que tanto amàs
Has vivido
como un golpe en la frente
el instante el jadeo la caída la fuga
Has sabido
con cada poro de la piel sabido
que tus ojos tus manos tu sexo tu blando corazón
había que tirarlos
había que llorarlos
había que inventarlos otra vez.




tExtraño