Homicidio

El vació se llena con cosas mundanas que:

marean y alucinan
te consuelan un poquito
te hacen olvidar lo miserable que se es,
lo bueno dura poco
el odio es un refugio
somos los mismos sólo que suma o resta
no vale la pena sentir esperanza
fuiste un imbécil
no vale la pena escribir
no vale la pena leer
sigo hablando solo
creo en la locura.

Siempre uno muere, cada segundo te mueres
pero aveces se acelera el proceso
cuando intentas llenar un vació
y eso se llama homicidio.

Espacios sin salida

Los pasos destrozados
de un día más que ha sobrado
marcan la indiferencia
de la mente que está herida
sin contar los días
que el cuerpo ha dejado.

La cabeza bien erguida
los zapatos bien lustrados
oculta la inocencia
de un alma corrompida
la turbulencia ha anunciado
de un sistema esclavista.

Y miras mientas mientes al mundo
ahogando así tus heridas
cavando con palabras
el silencio que has buscado.

La sangre parece ida
el cielo se ha cortado
sudando de las manos
me encuentro sin salida
a llegado lo esperado
alejado de esta tierra.

Y miras mientas mientes al mundo
ahogando así tus heridas
cavando con palabras
el silencio que has buscado.

Los pasos destrozados
que marcan la indiferencia
no pisan más este suelo
se fueron con la agonía
que heridas ciegas han sanado.

Realidad plastica

Una polera negra y roñosa que debería ser mi camisa
unos jeans negros ajustados mi pantalón de tela,
una chaqueta de cuero falso es mi vestón
y parto cada tarde que debería ser de mañana
en una micro que supone ser mi auto
hacia donde me lleve el destino que es mi vocación.
Me bajo en un parque desolado que aparenta ser mi trabajo
y me encuentro quien es mi compañero
de quien siempre le cuento a mamá
es él que siempre me facilita lápices y escribo
en mi vena lo que quiero ser, hacer, estar
Comenzando mi día laboral.
Agitado y sediento
me consigo un envase para un café comprar
lo bebo sentado en mi puesto
mientas mi compañero me recuerda que debo pagar.
Indago mi bolsillo para buscar un heroe naval
mas sólo encuentro un general,
titubeando le suplico que me de más plazo,
si me despide no tendré con que trabajar,
en mi desesperación ve una compasión
y me vuelve a perdonar a cambio de un favor.
Prosigo con mi productividad,
que conlleva mi deuda pagar con lo que especializo
Relaciones públicas, que siempre con sus amigas
mi madre suele presumir,
con mención en venganza por encargo,
de inmediato me acerco a un muchacho,
saco mi revolver y no dudo en disparar,
listo para el deporte que desde chico salgo entrenar,
empiezo a correr y pienso en mi marca romper,
llegó a un recóndito lugar
y paso las ultimas horas del día
siguiendo con el trabajo de los lápices a la vena.
El tiempo transcurre y ya me siento exhausto
la noche cae en mis ojeras
y sólo me quisiera recostar.
Me levanto de mi lugar de trabajo,
tomo mi auto, y me devuelvo al hogar.
¿Con que otra mentira sobre mi trabajo a mi madre esta vez voy a llegar?
Después de dormir lo voy a pensar.
Apoyo mi cabeza que da vueltas
y de cansancio me duermo una vez más
para despertar por las mañanas
y prepararme nuevamente ir a trabajar.