martes, 16 de febrero de 2010

Entrada 119

Sentado a la deriva del uni(verso) un dios omnipotente
analiza en lo que la tierra está
se percata del desorden y suciedad que el planeta sufre.
El azul de las aguas cambio a un insinuante café
haciendo que el cristalino de ellas sea sólo un recuerdo.
Y ese verde oscuro con que vestía el planeta
pasó a un gris adornado con pequeños destellos de luz
dando la impresión desde de los extremos sus glaciares
desean desaparecer.
- Intervenir no puedo, lo jacté en sus habitantes,
a pesar de creer que incorrecto lo hacen
sólo me queda retirar y solemnemente
no tengo otra que declararme omnimpotente.

1 comentario:

Dark_Soul dijo...

Si hemos de hablar de un dios en la tierra, ese seriamos nosoros mismos, que ne nuestra libertad de acción nos dimos cuenta que tenemos multiples capacidades ke nos forjan omnipotencia ante el resto (unos lo piensan más ke otros), y en nuestro propio impulso de superioridad y libertad de acción, en nuestro propio lecho de muerte que hoy nos damos cuenta, vemos que en nuestra propia perfección creamos nuestra destrucción. De ahi a que dios mejor se dedique a mirar como el mismo dios anterior dictó nuestra propia extinción