jueves, 20 de diciembre de 2007

Minerva


Morir desearía, como hace poco el día
no sabia si correr o simplemente esconderme,
pero hecho estaba ya,
en algún momento tendría que enfrentar
y quizás después dormir...
El insomnio me hace tanto como escribir como mal
mas culpa del sueño no lo es
pues creo estar soñando.
Mis ojos ardían en llamas
mis manos aferradas al odio
y mis pies temblando
como un asesino al matar...
No sabia que hacer ni decir,
la angustia se había apoderado de mi
se había apoderado de mi cordura
y empecé a golpear mi cabeza contra mi conciencia.
Mas el golpe mal no me hizo, me hizo reaccionar
no pensé y corrí donde Minerva
-Minerva, que hago- salimos, le conté y ella escuchaba
le conté al cielo, le conté a la vida,
hasta le conté a los recuerdos muertos.
Yo lloraba, ella escuchaba sin decir nada
mientras el viento suave rosaba mis lágrimas
como si fuera mi tío que desde el cielo me apoyaba
al instante Minerva me seguía sin decir nada.
Y yo me silencie como si fuera a morir
me levante, deje a Minerva a merced del tiempo
mientras yo me fui con el viento
para un poco apreciar
mi alrrededor que siempre esta,
pero no lo noto gracias a la ciudad.
La luna prendió la luz del sol en su cuerpo
y las estreyas coreaban su canción
tan infinita que de humanos degollados
como mujeres que han amado
y de hombres desolados.
Despertad, dijo una luz artificial,
mis ojos corrían hacia un lago perdido
mis manos aferradas al temor
y mis pies temblando
como un niño sin su mamá.
Minerva estas en mis brazos,
necesito cantar y le cante y ella sonaba,
le cante al cielo, le cante a la vida,
hasta le cante a los recuerdos muertos
pero sobre todo a los recuerdos por venir,
razones de las cuales debes seguir.
Apesar de ser de madera y tener 6 cuerdas
con mucha armonía y melodía
me dijo Minerva....

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