Es tu aire único e irrespirable
que cada mañana me acompaña
al son del tráfico automovilístico
que por inercia escuchan los transeúntes.
Alimentas voluntariamente la rutina
el estrés y las horas extras
que tan felices hacen a nuestro pueblo
Incansable y luchador.
Unidos viajan con el tibio calor corporal
que emancipado inconciente va
Aprovechando cada centímetro para ahorrar
el espacio que los usuarios nunca se les ocurrió ocupar.
Es tal la estrategia de ahorrar
que el metro se detiene en las horas punta
para energía no gastar,
y para que el chofer puede descansar.
No es problemas si tu temor es tarde llegar
a tu trabajo o a la universidad
con auto tu jefe llega más temprano
y por ti hace el trabajo.
Esta situación que a diario regalas
es la utopía del paraíso en nuestra habitad
donde el egoísmo es contaminación
donde el problema no tiene solución.
¿Quien dijo que santiago es una ciudad?
Si como Bolivia, sólo nos falta salida al mar.
domingo, 22 de febrero de 2009
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